Menos copiosa que cierta enciclopedia china que abarca mil veintiocho tomos de doscientas páginas en octavo cada uno, la nueva Enciclopedia Francesa que dirige, rodeado de especialistas, M.Anatole de Monzie, no pasará de veintiún volúmenes. Ya tres se han publicado, el 10, el 16 y el 17. El séptimo es de aparición inminente. La anomalía se explica: la Nueva Enciclopedia rechaza el orden (o desorden) alfabético, y ensaya una clasificación “orgánica de materias”. Los editores, y aun la crítica, hablan de la originalidad de rehusar las arbitrariedades del alfabeto y de proceder por clasificaciones, divisiones y subdivisiones. Olvidan que este proceder fue el de las primeras enciclopedias, y que la clasificación alfabética importó, en su tiempo, una novedad.
Otra “innovación” más feliz: las hojas de esta Encyclopédie (como las de cierta Cyclopaedia de Nueva York) se pueden desprender y reemplazar, periódicamente, por otras nuevas, que los suscriptores recibirán.
La presentación material de los tomos es excelente.
Jorge Luis Borges, 16 de octubre de 1936
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Nota: los hiperenlaces son mios ;)
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Etiquetas: Diccionarios y enciclopedias
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