Google como fuente de inspiración

Hoy en El País:

Alfredo Sanzol, dramaturgo y director de escena de 35 años, se encontró hace dos años con el título de una obra: Risas y destrucción. Si no quería renunciar a él (y no estaba dispuesto a eso) debía escribir algo de esas tres palabras. Al ponerse a hacerlo se topó con un problema: no daba con nada que le interesara tanto como el título. Un día, por casualidad, se acordó de Google, y se dejó llevar por el impulso de poner esa frase para ver qué pasaba. Fue toda una revelación. Halló el material más rico que jamás pudo imaginar y excitado con el hallazgo escribió la obra. La dirigió, y tuvo una inmejorable acogida en la madrileña sala alternativa Cuarta Pared.

[...] Así fue cómo descubrió la fuente inagotable de Google. Y decidió que aquella obra sería la primera de una trilogía inspirada en ese portal de Internet, desde el que el autor y director realiza un trabajo de "pura investigación". Una vez más, el punto de partida fue, a la hora de afrontar su segundo texto, sólo un título: Sí, pero no lo soy, la última frase de Risas y destrucción.

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1 comentario:

svcnt dijo...

Cuento una anecdotilla propia que tiene que ver:

Hace unos años recibí el encargo de producir una pieza de netart. Mi propuesta inicial no gustó mucho, pero sí una obra mía anterior que hermanaba el sitio donde vivo (Tarifa) con Macondo. Decidí entonces hacer algo parecido con dos entornos geográficos sin conexión aparente. También fue el título lo primero que salió: 'Ur, Illinois'.

Una búsqueda de ambos términos en Google ofreció material tan preciso y rico como la fotografía de un marine originario de Chicago (Illinois) tomada en las ruinas de la antigua Ur, o noticias sobre la campaña de recuperación de material expoliado en Irak promovida por un museo de la misma ciudad. Google proporcionó los personajes, el contexto y su relación.

Entonces pensé que le daba una nueva dimensión a la escritura automática